Ya chale Soledad.

"Pues a mi no se me figuraba que fuera maestro, pero como seguido lo buscaban y me lo describían con ciertas características: melenita de hongo, cara de salvaje, estatura regular, moreno, risueño, de vestir colorido y pa´ pronto yo les decía que el único parecido al que buscaban era un pinche loco que llegaba pedo tumbando el cancel, mentando madres, cantando, pateando perros y aventando tenis al switch, provocando unos cortazos circuitos, nos dejaba sin ver telenovelas y se iba riendo divertido de sus graciosadas como si hubiera visto castillitos o juegos pirotécnicos. También de vez en diario se agarraba gritando: CARMELA!, CARMELA!, TE ADORO CARMELA!. Y luego lo escuchábamos llamar a sus hijos como si allí estuvieran, pero la mera verdad ellos venían cada semana o cada quince días y el se ponía contento. Yo le preguntaba a su esposa que porque no vivían juntos y ella respondía que era maestra de primaria y que trabajaba en un pueblito y que su esposo aquí vivía por estar serca de su chamba y que sus hijos necesitaban ser cuidados y educados por ella. Cuando el maestro estaba solo, casi siempre se la pasaba leyendo, tomando cervezas, escuchando música, aveces salia humo de su departamento, a lo mejor hacia fritangas. El vivía en el 106. ese que esta hasta el ultimo rincón, uno de los mas fellitos de esta vecindad cuarentona, con paredes cayéndose de humedad, con las puertas carcomidas, ventanas estrelladas, baños inservibles, ratas en los bajantes, boilers chatarra, pa´mi que se lo rentaban bara, pero pues el vivía en apariencia feliz. No piense que soy fisgona, no, lo que pasa es que su hijo.... Cesar ¿O a poco tiene otro? Bueno, ese muchachito platicaba aveces de pasada cuando iba a los refrescos con una de mis hijitas y ella me contaba a mi todo lo que decía Cesar de su papi. Por cierto que Celia me apodo Celia Cruz, dizque porque parecía cubana, pero eso si mis niñas están tan hermosas como su madre. Pero ese maestro loco, fíjese que no se llevaba con nadie y vaya que aquí abundan las tentaciones, en el 102 viven las hijas del Zapatero y distribuidor de agua que ya piden a gritos pretendientes; en el 114 vive una artista nocturna de muy buen cuerpo y en el 112 unas mariguanas que se avientan cada fiestesita que pa´ que le digo. También en el 107 vive una divorciada toda flaca y ojerosa la pobre, pero se las ingenia para dormir calientita y si no se la pasa persiguiendo alacranes que solo ella ve. El maestro no se metía con nadie, salia bien bañadito muy temprano a trabajar y regresaba a la medianoche bien cuetote, sabe como le aria para aguantar tanto, pues se acostaba tarde y se iba a trabajar puntualmente a las siete de la mañana. Eso si, no prestaba lana ni pedía. si saludaba pero hasta ahí. Una vez se puso bien enojado porque su vecina del 108, chilanga recién casada, hizo una fiesta bien ruidosa con música de los bukis y Juan Gabriel que no lo dejaron descansar, pero el maestro se desquito torturandolos como tres días seguiditos con su música de Erick Dolphy a todo volumen hasta tronar las bocinas de su graba, bailando y gritando, cantando y riendo como loco, quien sabe, pero por lo demás jamas tuvimos de que quejarnos, es mas los chilangos no aguantaron y se cambiaron."